
El episodio ocurrió en el mes de julio, cuando ingresó a robar en una vivienda de La Paloma, la policía que ya tenía identificado al presunto ladrón, con huellas dactilares y sangre (ya que se cortó en su accionar) aguardaba la orden de la justicia para su detención, a los efectos de prestar declaración en esta jornada por este hecho delictivo.