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Los defensas de Peñarol saben que el domingo deberán estar atentos a Joaquín Zeballos, el goleador de Juventud de Las Piedras. No en vano el muchacho nacido en Rocha y criado en Cabo Polonio, suma 13 goles en lo que va del Uruguayo. Uno menos que el negriazul Juan Ignacio Ramírez, quien lidera la tabla de artilleros con 14 conquistas. 

“Estoy agarrando cada vez más confianza y sintiéndome más cómodo en la divisional, que era todo un reto para mí. Y lo sigue siendo porque hay que ratificar en cada partido”, dijo Joaquín tras almorzar con su representante, Federico Pamparatto. 

“Peñarol es un cuadro grande y juega en su cancha y con su gente. Va a tratar de tirarnos el cuadro arriba. Y nosotros intentaremos contrarrestar con nuestras armas lo bueno que hacen. Para nosotros conseguir un buen resultado sería muy importante para sumar por el descenso”, analizó el goleador.

“Nuestro objetivo más importante es la permanencia, más mirando la tabla como está hoy, pero también tenemos la ilusión de poder alcanzar un lugar para las copas. Queremos afianzarnos y tratar de ganar más seguido para mirar con otros ojos los puestos de arriba”, añadió. 

“Que a los jugadores de Peñarol les hayan preguntado por mí es un gran motivo de orgullo. Pero yo estoy tranquilo y sigo haciendo lo mismo de todo el año. Trato de hacer lo mejor para el equipo, si es con goles mejor”, dijo.

El técnico de Juventud, Álvaro Fuerte, aún no decide quien acompañará a Joaquín en la ofensiva: si Federico Viñas o Agustín Navarro. “Los dos son excelentes jugadores. He jugado la mayor parte de los partidos del campeonato con Federico, pero tanto con él como con Agustín nos entendemos notable”.

Los pedrenses tienen 5 puntos en la serie A del Intermedio: tres menos que Peñarol y River Plate, que lideran. Ganaron un partido, empataron dos y cayeron ante River en la última fecha. Tras el encuentro frente a Peñarol en el CDS, se enfrentarán a Nacional en la sexta fecha. Y cerrarán el torneo con Progreso.

“Se nos vienen partidos difíciles. Ahora arrancamos con Peñarol y luego esperamos poder llevar a Nacional a nuestra casa, si el club consigue la habilitación. Sería algo muy importante e histórico para la institución. Estos son los partidos más difíciles, pero también los más lindos. El fútbol es así y nunca se sabe lo que puede pasar. Nosotros nos estamos preparando para dar una linda sorpresa”.

A LA CAPITAL. Joaquín se sumó a Juventud de Las Piedras el año pasado. Llegó desde Huracán del Paso de la Arena, el primer equipo que defendió en Montevideo cuando llegó a la capital en busca de los minutos que no tenía en Deportivo Maldonado. Cuando el equipo del Paso de la Arena descendió de la B a la C, lo que fue un golpe muy duro para el delantero, surgió la posibilidad de pasar a Juventud. Y en Las Piedras no sólo encontró los minutos que necesitaba, sino que aparecieron sus goles. 

“Quería jugar, como cualquier futbolista. Empecé a conseguir ritmo y a tener confianza. Y no fue solo eso, sino que conseguimos el ascenso”, explicó sobre su carrera.

Hizo todas las formativas en Deportivo Maldonado. Y cuando llevaba unos meses jugando en Primera decidió rescindir su contrato para venirse a la capital. Sabía que eso iba a significar enfrentarse a vivir solo por primera vez, al principio lo hizo en una pensión en Pocitos, y a estar lejos de su familia, pero quería sentirse jugador. 

“Prioricé lo deportivo sobre lo económico o la comodidad de estar en Maldonado con la familia. Estaba en una edad en que precisaba jugar y definir qué iba a ser. Si iba a ser jugador o no”, contó.

“Había tenido buenos rendimientos y oportunidades en Deportivo Maldonado, pero en el último período no tuve la continuidad que esperaba y decidí rescindir para ir a buscar a otro lugar, aunque fuera menos en lo económico y en infraestructura. Por eso me vine para Huracán, buscando los minutos que necesitaba para probarme”, agregó.

En accion

LA CABEZA. Aunque hoy el fútbol es su prioridad, cuando terminó el liceo supo que tenía que seguir estudiando. Está en segundo de Facultad de Economía y aunque la lleva despacio, prefiere salvar las materias que cursa aunque sean pocas por año. “Para mí el estudio es como una segunda opción y la posibilidad de poner la cabeza en otro lado para no estar pensando siempre en el fútbol”, explicó el admirador de Luis Suárez, quien no niega que sueña con llegar a jugar algún día en las grandes ligas. Pero por ahora no se aparta del objetivo de Juventud de Las Piedras. “Hoy sólo pienso en Juventud, en mantener al equipo en la A y hacer una buena campaña en lo personal. Y si puedo, llegar algún día a jugar en un equipo más prestigioso”, reconoció. 

El domingo los pedrenses cumplirán con media concentración. Deben presentarse a las 9:00 horas en La Chacra, para realizar un trabajo de activación, almorzar juntos y descansar un rato para ir al CDS. La familia de Zeballos se vendrá de Rocha para verlo, más teniendo en cuenta que en el partido anterior ante los aurinegros estaba suspendido y será su primera vez en el Campeón del Siglo.

EL PUESTO

Un número 9 al que le gusta mucho moverse

Ya desde niño, cuando jugaba al baby fútbol en El Tanque de Castillos, tenía claro que lo que le gustaba era jugar adelante. Y salvo en un partido en que lo pusieron de lateral lo suyo siempre fue la ofensiva. “Siempre me gustó jugar arriba y no me movió nada ni nadie de ahí. Soy un número 9 al que le gusta moverse por el centro del ataque, capaz que no tan posicional. Trato de aprovechar los espacios. Aunque si tengo que jugar más como un 9 pivoteador también lo puedo hacer, pero lo que más me gusta es tener un poco más de movilidad”, se definió Joaquín Zeballos, quien ha pasado la mayor parte de sus veranos en Cabo Polonio con sus abuelos. Allí, donde la familia sigue teniendo un restaurante y donde Mariela, su mamá, trabaja durante los veranos.

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