Trabajadores de la pesca artesanal nos han hablado del buen momento que estan viviendo.
«Se nos dió» nos dijo uno de ellos, en alusión a las tantas veces que salen al mar, para traer el pan a sus hogares y vienen con las manos casi vacías, esta vez la historia es diferente.
Al no haber trabajo en la construcción, que es una de las fuentes laborales en nuestra zona, esta zafra de la pesca ha dado buenos dividendos a cientos de familias que dependen de ese jornal para mantener sus hogares.
Algunos jornales de 6 horas de trabajo, han llegado a los 2000 pesos, se nos informò, aunque lógicamente se tiene mucha cautela, ya que los expertos señalan que es un zafra, por lo tanto no se mantendrá.
Foto / Martin Veiga.